miércoles, 10 de febrero de 2010

Me desperté llorando, soñé que no volvías, que no llegaba a tiempo quizás, quizás tu despedida. Las lagrimas saladas, mojaban mis mejillas, mi carita empapada, los sueños, los sueños que morían. Te siento en ese beso que no fue, te siento en las ausencias. Te siento en los escombros de este amor, que me llenó de penas. Te siento en el olvido, te siento en el recuerdo, te siento en cada parte, te siento en todo el cuerpo. No importarán las formas, ni la piel que te pongas. Ni cuándo, dónde y cómo, ni el nombre, ni el nombre que te nombra. Porque sé que estás cerca, te siento en carne viva. Me desperté llorando y supe, y supe que hoy volvias. 








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